29.4.08

LA DIRECCIÓN DEL CULTO (PARTE VI)


4. El sermón

a. En las iglesias evangélicas, la predicación es la parte más importante del culto.

1) Esta práctica concuerda con lo que sabemos de las iglesias apostólicas, en las que la comunicación del mensaje de Dios ocupaba un lugar de primacía.
1 Co.14:1-4.

2) Este lugar preeminente para la predicación ha determinado que en las iglesias protestantes se le dé al púlpito un lugar central en sus edificios de reunión.

b. Sin menoscabar la importancia de las demás partes del culto, es lógico que el sermón sea considerado como el tuétano del culto.

c. Siempre lo que Dios nos diga a través de la exposición de su palabra es más importante que lo que nosotros podamos decirle a Él por medio de nuestros cantos y oraciones.



5. Los anuncios

a. Es costumbre bastante generalizada dedicar unos minutos a anuncios diversos.

1) Ésta es una de las partes del culto a la que más atención debemos prestar.

2) Es innegable que muchos de los anuncios que se hacen desde el púlpito constituyen un elemento extraño, y por lo tanto representan una interrupción.

3) Ésta es la razón por la cual muchas iglesias han resuelto eliminarlos y sustituirlos por un boletín informativo.

b. En cuanto al momento que ha de dedicarse a la información, la experiencia aconseja que nunca sea la parte final.

1) Después de la predicación nada tendría que distraer la mente de quienes la han escuchado.

2) Las reflexiones originadas por la exposición de la Palabra de Dios nunca deben ser interrumpidas por otros elementos de menos importancia.

3) La última impresión con que salga una persona del culto deberia ser siempre lo que queda del mensaje de la Palabra y la oración.

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